References
Materiales sensibles a biomarcadores y apósitos inteligentes: revisión sistemática
Abstract
Objetivo:
Evaluar una serie de biomarcadores que permiten medir el proceso de cicatrización de las heridas e identificar los materiales que fueron utilizados para realizar dicha medición, teniendo en cuenta su incorporación en apósitos inteligentes.
Método:
Se realizó una revisión sistemática a partir de PubMed, Medline, CINAHL y Embase, sobre estudios que evaluaran el uso de materiales sensibles a biomarcadores. Se incluyeron estudios en inglés, sin tomar en cuenta el estado o fecha de publicación. No se incluyeron artículos de revisión ni sinopsis de conferencias.
Resultados:
La búsqueda mostró 296 estudios. Un investigador seleccionó 19 artículos para su inclusión. Todos los estudios fueron experimentales. Se encontraron artículos que evaluaron pH, tensión de oxígeno, temperatura, presión, ácido úrico, y glucosa. Los materiales utilizados fueron hidrogeles, fibras y tintas conductivas.
Conclusión:
El biomarcador más estudiado fue el pH. Los materiales que evalúan biomarcadores por medio de métodos colorimétricos podrían ser los más adecuados para su incorporación en apósitos inteligentes.
Conflicto de interés:
Este estudio fue respaldado, en parte, por el centro de Medicina Individualizada de Mayo Clinic, y por la Fundación de Cirugía Plástica (Plastic Surgery Foundation).
El proceso de cicatrización de heridas se divide en tres fases que, por lo general, ocurren de manera empalmada: fase inflamatoria, proliferativa, y de remodelación. A grandes rasgos, la fase inflamatoria se caracteriza por infiltración leucocitaria, coagulación y hemostasia. La fase proliferativa, por su parte, consiste en la formación del tejido de granulación, compuesto principalmente por fibroblastos, colágeno, matriz extracelular, y nuevos vasos sanguíneos. La fase de remodelación, por último, es donde el tejido recupera su funcionalidad y características físicas previas a la lesión.1
Una herida de difícil cicatrización es aquella que persiste por más de tres meses, en la cual el proceso de cicatrización no se lleva a cabo de manera correcta, y se mantiene en un estado proinflamatorio con niveles elevados de citocinas y metaloproteinasas (MMP), además de presentar niveles disminuidos de replicación celular.2,3 Las citocinas y MMP, así como otras características físicas y químicas,4,5 pueden considerarse como biomarcadores en la evolución de las heridas y, por lo tanto, su medición podría predecir si tales heridas están en riesgo de perpetuarse.
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