La incontinencia urinaria (IU) es una enfermedad caracterizada por la pérdida involuntaria de orina,1-4 uno de los varios síntomas de alteraciones en el tracto urinario inferior. Se trata de una de las condiciones más frecuentes en el sexo femenino, conocida como un problema de salud costoso en todo el mundo,5 ya que afecta la función sexual, el bienestar físico y psicológico en diferentes aspectos, y la calidad de vida.3,6,7
Aunque sea considerada una condición propia de la mujer en edad avanzada, la IU también afecta a mujeres jóvenes.4 Aquellas entre 20 y 30 años pueden presentar IU con prevalencias que varían del 11,75 al 25%.8
Varios estudios han sido conducidos con mujeres jóvenes, incluyendo estudiantes.2,4,5,9-12 Los resultados demuestran gran variación en la prevalencia de esta condición y ratifican que la tasa ha ido aumentando en los últimos años entre mujeres de ese grupo etario.13 Por lo tanto, la recolección de datos sobre IU en mujeres jóvenes es importante en el ámbito de la salud colectiva para el desarrollo de estrategias preventivas a ser adoptadas para la reducción de este problema.
La literatura científica dispone de diversas publicaciones sobre la epidemiología de la IU. Sin embargo, no fueron encontrados estudios con la descripción de esta problemática en la población del estado del Amazonas, específicamente, del Municipio de Coarí. De ahí, la relevancia epidemiológica y científica del presente estudio. Se justifica así la siguiente investigación, cuyo objetivo fue estudiar la prevalencia de IU y sus factores asociados en estudiantes universitarias del interior del estado brasileño del Amazonas.
Método
Este estudio observacional, transversal, descriptivo y analítico tuvo un abordaje cuantitativo y fue realizado en la Universidad Federal del Amazonas (UFAM), área urbana del Municipio de Coarí, en Amazonas, Brasil.
La población del estudio fue compuesta por 679 mujeres de 18 a 30 años, regularmente matriculadas en el Instituto de Salud y Biotecnología (ISB) de la UFAM, según datos de la coordinación académica del 17/04/2018, en la época de la recolección de datos.
Eran elegibles las estudiantes matriculadas en cualquiera de los siete cursos de grado ofrecidos en el ISB: licenciatura en Nutrición, Fisioterapia, Enfermería, Medicina, Biotecnología y doble grado en Biología/Química, Matemáticas/Física. Se incluyeron mujeres cisgénero de entre 18 y 30 años.
Como criterios de exclusión, se consideraron mujeres en tratamiento farmacológico por hipertensión arterial sistémica y en uso de relajantes o con cafeína en la composición. Las entrevistas incompletas fueron excluidas para el análisis.
La muestra fue reclutada por conveniencia, entre agosto de 2018 y mayo de 2019, durante el período de estudios de la universidad. El estudio fue divulgado por medio de carteles y pantallas disponibles en los espacios de convivencia, con información sobre los días y lugares donde los investigadores estarían realizando la recolección de datos. En el lugar indicado, las mujeres recibieron detalles sobre el estudio y realizaron la lectura del consentimiento libre e informado, el cual firmaron en caso de aceptar participar de la investigación.
Los datos fueron recolectados por medio de entrevista semiestructurada, utilizando un formulario desarrollado para el estudio con la siguiente información: datos sociodemográficos (fecha de nacimiento, estado civil, e ingresos económicos individuales y familiares) y datos relativos al perfil de salud o enfermedad (índice de masa corporal, realización de actividad física, realización de cirugía ginecológica, número de gestaciones, y presencia de comorbilidades o enfermedades crónicas).
La IU fue evaluada por medio de la pregunta: ¿Tiene usted alguna pérdida involuntaria de orina?, del International Consultation on Incontinence Questionnaire-Short Form (ICIQ-SF).14,15
El ICIQ-SF fue aplicado en su versión adaptada y validada para Brasil.15 Se trata de un instrumento específico de valoración de pérdidas urinarias y su respectivo impacto en la calidad de vida de hombres y mujeres con IU, con resultados satisfactorios de confiabilidad (alfa de Cronbach= 0,88 para la consistencia interna, y Kappa ponderado=0,72-0,75, de magnitud moderada a fuerte, para el test-retest), y validez de constructo (coeficiente de correlación de Pearson=0,89).15
La información del ICIQ-SF fue utilizada para caracterizar las pérdidas urinarias con respecto a la frecuencia y gravedad, así como las condiciones en las que ocurrió la pérdida. Otra característica de las pérdidas urinarias se refiere a su interferencia en la vida diaria de las estudiantes: varía de 0 (no interfiere) a 10 (interfiere mucho). El puntaje del ICIQ-SF es contabilizado por la sumatoria de las preguntas 3, 4 y 5, oscilando de 0 a 21. El puntaje cero determina ausencia de IU, y entre mayor sea el puntaje, mayor será la gravedad de la condición. No hay nota de corte.15
Para los fines del análisis, los tipos de IU fueron considerados a partir de la pregunta 6 del ICIQ-SF: incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE), incontinencia urinaria de urgencia (IUU) e incontinencia urinaria mixta (IUM), que es una combinación entre IUE e IUU. Las respuestas “pierdo antes de llegar al baño” y “pierdo cuando estoy durmiendo", “pierdo cuando termino de orinar y estoy vistiéndome", “pierdo sin razón obvia” y “pierdo todo el tiempo” fueron clasificadas como IUU. Las respuestas “pierdo cuando toso o estornudo” o “pierdo cuando estoy haciendo actividades físicas” fueron clasificadas como IUE. Para la IUM, la clasificación fue basada en la respuesta de, por lo menos, una de las opciones de IUU y de IUE.16
El análisis estadístico de los datos fue realizado por medio del software estadístico R Project for Statistical Computing (versión 4.0.4). La distribución de los datos fue verificada por la prueba Kolmogorov-Smirnov. Para fines de este análisis, se consideró el nivel de significancia de 5%.
Las características sociodemográficas y clínicas fueron analizadas por estadística descriptiva (frecuencia absoluta y relativa para las variables categóricas y media, desviación estándar para las variables numéricas). Se aplicaron pruebas estadísticas para la comparación entre los grupos “con pérdida urinaria” (con IU) y “sin pérdida urinaria” (sin IU).
La comparación entre los grupos con relación a las variables numéricas fue realizada por medio de la prueba estadística Wilcoxon-Mann-Whitney. Para comparar las variables categóricas, se aplicaron las pruebas Chi-Cuadrado de Pearson o Exacto de Fisher. Posteriormente, un modelo de regresión logística fue aplicado para la asociación de variables a la presencia de IU. Todas las variables descritas fueron incluidas y seleccionadas de forma automatizada por el método Least Absolute Shrinkage and Selection Operator (LASSO, por sus siglas en inglés). Permaneció apenas la variable “edad", que presentó diferencia estadísticamente significante en el análisis bivariado entre los grupos con y sin IU.
El proyecto de investigación fue aprobado con el número 2.898.555 por el Comité de Ética en Investigación de la UFAM. Se cumplió con las exigencias de la Resolución n° 466/12 del Consejo Nacional de Salud Brasileño.
Resultados
De las 679 mujeres, 74 aceptaron participar del estudio. Dos fueron excluidas por datos insuficientes, lo cual culminó en un total de 72 participantes.
Tabla 1 Características sociodemográficas y de salud de las participantes
Variables | n | % | Promedio | DE | Mínimo | Mediana | Máximo |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Edad | 72 | 22,18 | 2,92 | 18 | 22 | 30 | |
Ingresos individuales* | 67 | 327,25 | 462,04 | 0 | 300,00 | 3000,00 | |
Ingresos familiares* | 65 | 1915,66 | 1623,34 | 0 | 1400,00 | 8500,00 | |
Estado civil | |||||||
Sin pareja | 62 | 86,11% | |||||
En pareja | 10 | 13,89% | |||||
IMC | 72 | 23,25 | 5,14 | 16,4 | 21,92 | 47,65 | |
Gestaciones | |||||||
0 | 62 | 86,11% | |||||
1 | 6 | 8,33% | |||||
2 | 4 | 5,56% | |||||
Cirugía ginecológica | |||||||
No | 68 | 94,44% | |||||
Sí | 4 | 5,56% | |||||
Comorbilidades* | |||||||
No | 66 | 97,06% | |||||
Sí | 2 | 2,94% | |||||
Actividad física | |||||||
No | 46 | 63,89% | |||||
Sí | 26 | 36,11% | |||||
IU | |||||||
Sí | 26 | 36,11% | |||||
No | 46 | 63,89% | |||||
ICIQ-SF (puntaje) ** | 26 | 6,26 | 3,58 | 3 | 5 | 15 | |
Interferencia en la vida diaria*** | 26 | 2,03 | 2,58 | 0 | 1 | 10 |
*Total de respuestas obtenidas en el ítem. No todas las participantes respondieron
** Gravedad de la incontinencia urinaria (IU).
*** Pregunta 5 del cuestionario ICIQ-SF IMC: índice de masa corporal. DE: desviación estándar
El grupo completo (n=72) presentó un promedio etario de 22,18 años (desviación estándar (DE)=2,92), con un promedio mensual de ingresos económicos familiares de 1.915,66 reales (DE=1.623,34) e ingresos individuales inferior al salario mínimo vigente (327,25 reales/DE=462,04). Sobre el estado civil, 86,11% (62) refirió estar “sin pareja” y 13,89% (n=10) dijo haber tenido, por lo menos, una gestación completa. El 5,56% (n=4) realizó alguna cirugía ginecológica hace más de un año, y 2,94% (n=2) refirió alguna condición de morbilidad crónica de salud. El grupo era predominantemente eutrófico, con un índice de masa corporal (IMC) promedio de 23,25 (DE=5,14) kg/m2. Un 63,89% (n=46) dijo no practicar actividad física de forma regular. La media de puntuación del ICIQ-SF entre las que afirmaron pérdida urinaria fue 6,26 (DE=5,58) y la interferencia en la vida diaria fue de 2,03 (DE=2,58) (Tabla 1).
Un total de 26 (36,11%) estudiantes relataron haber experimentado IU y 22 (30,56%) de ellas informaron haber perdido una pequeña cantidad de orina (Figura 1). La mayoría de las participantes (21/80,77%) describió las pérdidas de orina con características compatibles con IUU, seguida de IUE (4/15,38%) e IUM (1/3,85%). Sobre la frecuencia de las pérdidas, predominó “hasta una vez por semana", y la cantidad percibida fue pequeña. La circunstancia de la pérdida más comúnmente citada fue “antes de llegar al baño". La mayoría de las participantes (21/80,77%) también indicó poca interferencia de la pérdida urinaria en las actividades diarias, con puntajes ICIQ-SF entre 0 y 3 (Tabla 2).
Para todas las variables observadas (Tabla 3), es posible asumir que no hay diferencia entre las características para los grupos “con IU” y “sin IU” excepto la edad, donde las mujeres sin IU son, en promedio, 1,49 año más mayores comparadas con aquellas con IU (p=0,031).
En el modelo de regresión logística, la edad (odds ratio (OR)=0,68; p=0,006) fue el factor asociado a la IU; es decir, con cada año, la chance de experimentar IU se reduce 32% (Tabla 4).
Discusión
En este estudio, que involucró 72 estudiantes universitarias, se obtuvo una prevalencia de IU de 36,11%. Este resultado fue elevado al ser comparado con otros hallazgos epidemiológicos.5,8,17,18
La prevalencia encontrada es preocupante, pues atenta contra la premisa de que la mayor edad en la mujer está fuertemente relacionada con la IU,10 y de que la prevalencia parece estabilizarse a partir de la tercera década de vida,5 lo cual indica la posibilidad de aumento de esta tasa a lo largo de la vida de las mujeres que compusieron la muestra de este estudio. Además, es necesario considerar que hay riesgo de aumento de empeoramiento de la IU, ya que mujeres jóvenes con síntomas de alteración en el piso pélvico están en riesgo de continuar presentándolos con mayor gravedad en edades avanzadas.18
En general, existe la creencia de que la IU es propia de los adultos mayores y mujeres que dieron a luz; sin embargo, mujeres jóvenes, inclusive nulíparas, también pueden desarrollar IU.2 Frente a la premisa de que la edad es un factor predisponente a esta condición, es necesario comprender que existen otros factores que pueden estar relacionados a la disfunción urinaria.
Un estudio con 315 mujeres jóvenes y nulíparas (promedio de edad de 23 años) encontró prevalencia de 29,2% en pérdidas urinarias.11 Estudios acerca de jóvenes nulíparas señalan prevalencia de IU variable entre 1% y 42,2%,2 con un estudio específico que reporta prevalencia de 30,6%,9 tasa similar a la evidenciada en el presente estudio. Investigaciones recientes realizadas en Turquía (n=1397 universitarias, edad promedio de 20,27/DE=1,69 años)12 y China (n=1000 estudiantes de nivel superior, con edad promedio de 20,5/DE=1,6 años)4 mostraron prevalencia de 18,4 y 23,6% en IU, respectivamente. Otros investigadores corroboraron estos resultados, indicando un aumento de prevalencia de IU entre mujeres alrededor de los 20 años.13
Las características de las pérdidas urinarias encontradas en el presente trabajo señalan con mayor frecuencia la pérdida de “pequeñas cantidades", en momentos de urgencia (con nocturia) y esfuerzo, además de menor interferencia en la vida diaria. Esto difiere de un estudio con jóvenes nulíparas, donde el subtipo más frecuentemente verificado fue la IUE.19 La International Continence Society (ICS) ha categorizado la IU de acuerdo con los síntomas de IUE, IUU e IUM en diferentes etiologías,3,7,8 consecuencias distintas y de gravedad variable en la percepción de calidad de vida. Pero, cuando fueron comparados, se constató una afectación significativamente elevada en personas con IUU.7
Con respecto al impacto de las pérdidas de orina en las actividades de la vida diaria, 34,62% de las jóvenes (9/26) refirió ausencia de impacto y una segunda parte, el 46,16% (11/26), registró intensidades bajas de interferencia (niveles 1 a 3). Esta información revela la necesidad de reflexión sobre el conocimiento del funcionamiento adecuado del sistema urinario y las condiciones normales de la salud pélvica, así como el hecho de que la pérdida urinaria determina un síntoma del tracto urinario inferior que merece atención, aunque sea poco frecuente o intenso. La percepción y el autoconocimiento del propio cuerpo favorecen el relato de esa condición y el consecuente diagnóstico precoz, evitando resultados desfavorables a lo largo de los ciclos de vida de la mujer, ya que personas más jóvenes con IU en condición de menor gravedad tienen mayor probabilidad de remisión o mejora de los síntomas.20
Tabla 2. Características de las pérdidas urinarias de las 26 oarticipantes
Características de las pérdidas (n=26) | n | % | |
---|---|---|---|
Frecuencia | Hasta una vez por semana | 15 | 57,69 |
Dos o tres veces por semana | 5 | 19,23 | |
Una vez por día | 1 | 3,85 | |
Diversas veces por día | 5 | 19,23 | |
Cantidad | Pequeña cantidad | 22 | 84,62 |
Cantidad moderada | 3 | 11,54 | |
Gran cantidad | 1 | 3,85 | |
¿Hay interferencia en la vida diaria? | 0 (menor interferencia) | 9 | 34,62 |
1 | 5 | 19,23 | |
2 | 6 | 23,08 | |
3 | 1 | 3,85 | |
4 | 1 | 3,85 | |
6 | 2 | 7,69 | |
7 | 1 | 3,85 | |
8 | – | – | |
9 | – | – | |
10 (mayor interferencia) | 1 | 3,85 | |
Circunstancia en que ocurrió la pérdida | Antes de llegar al baño | 8 | 30,77 |
Cuando tose o estornuda | 1 | 3,85 | |
Cuando está durmiendo | 5 | 19,23 | |
Cuando hace actividad física | 3 | 11,54 | |
Después de orinar o cuando se viste | 6 | 23,08 | |
Sin motivo obvio | 2 | 7,69 | |
Cuando está durmiendo, tose o estornuda, o hace actividad física | 1 | 3,85 |
Frecuentemente, mujeres en edad juvenil no aprenden o no toman conocimiento de las condiciones de su piso pélvico hasta después del parto.18 Se requieren análisis más detallados para evaluar mejor los factores involucrados.
Un resultado destacado del presente estudio es la asociación de la edad con la IU, donde, por cada año de edad, se reducen las chances de presentar IU un 32%. Resultados similares fueron demostrados en un estudio italiano (n=1936; entre 15 y 25 años), cuyos autores justificaron tal asociación (IU y edad <19 años) por atraso en la maduración en diferentes niveles de control de la vejiga y su menor capacidad, secreción circadiana de la hormona antidiurética (ADH) perjudicada, hábitos de ingesta de alcohol y cafeína, o desencadenadores psicológicos, como ansiedad, depresión, ataques de pánico y/o trastornos alimenticios.19 En el mismo estudio, los autores también encontraron asociación entre la IU y la presencia de constipación y enuresis, después de los 5 años. Un control vesical fallido durante el entrenamiento para el baño explica la existencia de mujeres con inestabilidad del detrusor que presenten IUU.2,19
La relación entre la IU y función del piso pélvico ha sido relatada. Un estudio reciente encontró asociación significativa entre la ocurrencia de IU con la fuerza y la resistencia muscular, además del tono muscular del piso pélvico, reacción, control (contracción) y coordinación. Muchas mujeres no logran contraer voluntariamente los músculos del piso pélvico en comparación con otros músculos periféricos y, aproximadamente, 30% de todas las mujeres, con o sin incontinencia, son incapaces de contraerlos adecuadamente.21 Una proporción considerable de mujeres puede presentar un piso pélvico disfuncional y experimentar deterioro de la función urinaria, presente inclusive entre las nulíparas.5
Tabla 3. Características sociodemográficas y de salud de las participante según el grupo, con y sin incontinencia urinaria (IU)
Con IU (26) | Sin IU (46) | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Variables | n | Promedio | DE | n | Promedio | DE | p |
Edad | 26 | 21,23 | 2,72 | 46 | 22,72 | 2,93 | 0,031ǂ |
Ingresos individuales* | 25 | 365,68 | 619,48 | 42 | 304,38 | 342,9 | 0,989ǂ |
Ingresos familiares* | 24 | 1997,25 | 1731,24 | 41 | 1867,9 | 1576,91 | 0,639ǂ |
IMC | 26 | 23,18 | 4,12 | 46 | 23,29 | 5,68 | 0,712ǂ |
Gestaciones | 26 | 0,19 | 0,49 | 46 | 0,2 | 0,54 | 0,830ǂ |
Estado civil | |||||||
Sin pareja | 21 | 80,77 | 41 | 89,13 | 0,328† | ||
Con pareja | 5 | 19,23 | 5 | 10,87 | |||
Cirugía ginecológica | |||||||
No | 24 | 92,31 | 44 | 95,65 | 0,555† | ||
Sí | 2 | 7,69 | 2 | 4,35 | |||
Comorbilidades* | |||||||
No | 25 | 100 | 41 | 95,35 | 0,528∞ | ||
Sí | 0 | 0 | 2 | 4,65 | |||
Actividad física | |||||||
No | 17 | 65,38 | 29 | 63,04 | 0,844 † | ||
Sí | 9 | 34,62 | 17 | 36,96 |
*Total de respuestas obtenidas en el ítem. No todas las participantes respondieron
‡Wilcoxon-Mann-Whitney test;
†Pearson Chi-squared test;
∞Fisher's Exact test IMC: índice de masa corporal. DE: desviación estándar
Tabla 4. Regresión logística para incontinencia urinaria (IU) y factores asociados
IC (95%) | |||||
---|---|---|---|---|---|
Variable | Odds ratio (95%) | EP | Bajo | Alto | p |
Edad | 0,680 | 1,152 | 0,502 | 0,877 | 0,006 |
R2=012 (McFadden), 0,15 (Cox y Snell), 0,20 (Nagelkerke) IC: intervalo de confianza. EP: error estándar
Una línea de investigación apunta hacia las disfunciones de los músculos del piso pélvico, presentes en cualquier momento de la vida, que pueden llevar a problemas como el prolapso de órganos pélvicos, disturbios intestinales disfuncionales, infecciones de tracto urinario, IU y disfunción sexual.21,22
Varias causas han sido investigadas sobre el origen de las disfunciones urinarias en mujeres más jóvenes, como la comportamental. El uso del baño a lo largo de la vida, tiempo y posición de micción, micción atrasada, incompleta y esfuerzo al orinar han recibido atención de investigadores en los últimos años.4,23,24 Un estudio chino,4 que analizó el comportamiento de 929 estudiantes (edad promedio=20,5/DE=1,6 años), identificó que 52,7% alegaban estar frecuentemente preocupadas con la limpieza de los baños públicos y 25,3% atrasaban “siempre/con frecuencia” el vaciado vesical. Los autores concluyeron que el relato de las entrevistadas de “perder orina antes de llegar al baño” indica claramente que la relación entre el comportamiento y la IU necesita ser mejor investigada en esta población.
Es necesario considerar que, al ser un problema de salud, la IU no sólo causa sufrimiento personal al individuo afectado, sino que tiene considerable importancia económica para el servicio de salud.2,10 Es, lamentablemente, poco abordado tanto en los servicios de salud públicos como privados, probablemente por conocimiento insuficiente o por tabú sobre un tema tan complejo, inclusive para los profesionales de la salud.
De manera general, el presente estudio encontró resultados que confirman que la IU es un problema percibido incluso por mujeres jóvenes, con nivel de escolaridad elevado, asociado con condiciones que pueden determinar su ocurrencia, y que afecta la salud y la calidad de vida.
Limitaciones
Este estudio presenta una limitación referente a la pequeña muestra de una única institución de educación superior, a pesar de que la estrategia de reclutamiento haya sido amplia y colectiva.
Sin embargo, el conocimiento producido puede contribuir al desarrollo de programas de acciones y estrategias tanto educativas como informativas e interactivas, y de políticas públicas dirigidas a mujeres, principalmente jóvenes, en la región norte de Brasil.
Conclusión
Los resultados del estudio muestran que la IU es una condición presente entre mujeres universitarias jóvenes, con prevalencia de 36,11% (26 de 72 estudiantes). La edad se constituyó como el único factor asociado a la presencia de IU entre estas mujeres (OR=0,68; p=0,006),
indicando que, con cada año de edad, las chances de su ocurrencia disminuyen un 32%.
Los resultados encontrados apuntan a la importancia de observar a las mujeres, incluso a las más jóvenes, desde su llegada al servicio de salud. Es necesario generar una oportunidad para promover la atención integral y el autocuidado, especialmente de la IU, a través de la formulación de un espacio privilegiado de escucha, atención y acciones para promover la salud urinaria en cualquier momento de la vida de la mujer.
La atención efectiva a la continencia urinaria en los protocolos de atención primaria de salud puede significar una mejor orientación al servicio y acceso más fácil a la prevención y promoción de la salud, con el consiguiente aumento de la calidad de vida de los usuarios y reducción de costos para el sistema de salud.